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El espejismo de los "Derechos homosexuales"

¿Existe diferencia alguna entre un vidente y un no vidente? A simple vista, la diferencia es obvia porque el primero goza del sentido de la vista, pero el segundo no. ¿La discapacidad del no vidente hace que se le otorgue menos derechos y deberes? En absoluto. Las personas ciegas pueden votar, hacer uso de la libertad de expresión, circular libremente por la vía publica, etc. Todo lo que el gobierno y los tratados internacionales de derechos humanos ofrecen, es disfrutado por igual seamos ciegos o no.

Hoy en día es normal escuchar las exigencias de los activistas homosexuales en cuanto al reconocimiento de una serie de "derechos". En su discurso es normal que relacionen su lucha con la del reconocimiento al voto de la mujer o a la emancipación del hombre de color para así, con su retorica falaz, hacer uso de la opinión publica como pata de chancho y forzar a quienes hacen las leyes legislar en favor del reconocimiento de sus derechos sin distinción de orientación sexual, en la misma forma que la ley no distingue de los videntes de los no videntes. Es así como tenemos los proyectos como "las sociedades de convivencia" en el que se pretende establecer, según a mi entender, el concepto de ciudadanía plena para personas no heterosexuales.

Sin embargo es impresionante hasta donde puede llegar el yoísmo de muchos lideres activistas de comunidades homosexuales que buscan modificar el Código De Familia para que se reconozcan esas uniones, actuando en contra del sentido común, como tales, abriéndole así la puerta ancha a la adopción ya que, según estos activistas, tienen tanto derecho de adoptar como las personas heterosexuales, como si los niños fueran alguna clase de bien o propiedad. Refuerzan este discurso haciendo uso de la retorica de "soy la víctima", condenan toda oposición a sus deseos yoístas como actos de discriminación contra las personas homosexuales, sin detenerse a pensar por un momento si, primero, su unión califica como familia, segundo, si los mismos están calificados para criar a éstos niños (sean concebidos por medios moralmente cuestionables o por medio de una adopción) y tercero, las posibles consecuencias sociales de legislar a favor de lo que piden, más allá del concepto de ciudadanía plena, por supuesto. Las unión de parejas homosexuales es intrínsecamente estéril, es irracional afirmar que dicha unión califica como familia por el mero hecho del amor, ésta idea va en contra del ordenamiento de la naturaleza humana, ya que ese amor no hará que los óvulos de dos mujeres en unión homosexual se fecunden entre sí, ni que decir de dos espermatozoides. El fundamento de la familia no se encierra únicamente en la existencia del amor dentro de la pareja (es la entrega reciproca) sino que también necesita la naturaleza fecunda de la pareja. La unión de heterosexual sí es intrínsecamente fecunda, junto con el amor de la pareja constituyen los fundamentos de lo que hoy conocemos actualmente como la institución de la familia, bloque de construcción fundamental de toda sociedad. Negar los fundamentos de esta institución, y tratar de desfigurarla para que calce con deseos e ideales yoístas, es innegablemente una amenaza para el buen desarrollo de cualquier sociedad., y co-autor del sexo prematrimonial en América: ¿Cómo los estadounidenses jóvenes se reúnen, Mate, y pensar en casarse.

Para reforzar el primer punto, debemos considerar si una pareja homosexual esta calificada para criar niños. Mark Regnerus, sociólogo, profesor asociado de sociología en la Universidad de Texas en Austin e investigador asociado en el Population Research Center de mencionada institución, publicó en la edición de julio del 2012 de la revista peer-review Social Science Research (Volumen 41, Número 4) un estudio para determinar si existía diferencia alguna entre la crianza de niños por parte de padres homosexuales y padres heterosexuales. Según Regnerus, el estudio muestra diferentes (y generalmente peores) resultados para los niños cuyos padres participan en relaciones homosexuales, en comparación con los adultos que vivieron con sus padres biológicos casados, durante toda la niñez. Si el estudio del profesor Regnerus esta en lo cierto, podemos constatar el temor (más justificado que nunca) de aquellos que están en contra de legislaciones que buscan equiparar las uniones de personas del mismo sexo con el matrimonio: Las carencias que pueden sufrir los niños criados en uniones homosexuales. Puede que los activistas homosexuales califiquen a los miembros de sus comunidades como aptos para esta labor, y puede que una fracción minúscula de ellos puedan hacer un buen trabajo, sin embargo y al igual que como sucedió con las muestras de mencionado estudio, no basta que una minúscula fracción de parejas homosexuales hagan bien la labor de crianza para decir que el resto de parejas también califican y sea apropiado legislar a favor en materia de adopción y familia. Por supuesto, con esto no quiero decir que las parejas homosexuales no puedan o sean incapaces de amar a los niños que han adoptado, o que buscan adoptar, alegar lo dicho es claramente el inicio de un discurso homofóbico. Lo que pretendo es hacer conciencia y preguntarnos si de verdad no "existe diferencia", si los intereses y necesidades de los menores están del todo satisfechas dentro de esta forma o modalidad de crianza; que por el contrario sí hemos visto satisfechas dentro de la sagrada institución del matrimonio a lo largo de la historia.

Quizás, el "matrimonio" homosexual es uno de esos "derechos" que son la cereza en el pastel en la lucha por la igualdad entre personas heterosexuales y no heterosexuales. De esto platicó, como todos deben recordar, don Justo Orozco y doña Pilar Cisneros el pasado 7 de junio en Telenoticias, revuelto por supuesto, con la búsqueda del concepto de ciudadanía plena de los grupos homosexuales... Lo que vino después ya todos lo saben y esta justificado, siempre y cuando se ignore lo comentado en párrafos anteriores. Posiblemente doña Pilar no concibe dicho concepto desligado de la institución del matrimonio. ¿Alguien resultaría dañado si una pareja lesbiana contrae "matrimonio"? ¿Qué tal si fuera una pareja gay? Posiblemente la mayoría de los cuestionados responderían afirmativamente "no, no me daña en absoluto, creo que pueden hacerlo entonces, tienen derecho", y es donde caen en la trampa de esta retorica. En la historia del sacramento del matrimonio, nadie ni nada a afirmado nunca que éste sacramento sea un "derecho" al cual las parejas tienen la posibilidad de "ejercer" (siempre pueden leer el Catecismo de la Iglesia para corroborar mi punto), al igual que los niños en adopción no son bienes sobre los cuales se tienen un "derecho" para "adquirirlos". Para que una pareja ejercer primero este sacramento debe tener antes vocación para éste, al igual que con el sacerdocio. Muchas parejas no parecen comprender este sacramento a cabalidad y de ahí (una de las causas en) el aumento de los divorcios. Sencillamente las parejas homosexuales no califican para sobrellevar este sacramento, quizás suene injusto, lo cierto es que también es injusto que una persona ciega no pueda obtener una licencia de conducir, por más que luche para ello, sería incorrecto otorgarle una, por su propia seguridad y la de los demás en carretera. A mi se me ocurre dos posibles formas de ser dañados si se legisla a favor del "matrimonio" homosexual o afines: la libertad de culto y la libre expresión (bien pueden ser más si tomamos en cuenta lo comentado en párrafos anteriores). Y no es cuento, como decimos popularmente, esto ya esta sucediendo en países que han legalizado esta clase de uniones, como en Canadá. Así sucedió en la provincia de Saskatchewan, cuando un hombre homosexual llamó al comisionado matrimonial estatal esperando "casarse" con su pareja. El comisionado, un cristiano evangélico, renunció a realizar la ceremonia por motivos religiosos. Él simplemente refiere al hombre a otro comisionado. Pero eso no fue suficiente para la pareja gay. A pesar de que tuvieron su ceremonia, querían castigar al cristiano que se había negado a su realización. El caso terminó en los tribunales. ¿Y el resultado? Los que tienen objeciones de carácter religioso para llevar a cabo este tipo de ceremonias se enfrentan ahora a la pérdida de sus puestos de trabajo. Algo similar sucedió a, Fred Henry, Arzobispo de la Iglesia católica romana en Calgary, Alberta; Luego de enviar una carta explicando las enseñanzas tradicionales de la Iglesia Católica referentes al matrimonio a diferentes Iglesias. Fue "acusado por violación de derechos humanos" y "en amenaza de que fuera sometido a un litigio". Y casos como estos son muchos. Como bien Michael Coren señala en el National Review Online, "ha habido entre 200 y 300 procedimientos [judiciales]... contra los críticos y opositores del 'matrimonio' homosexual." Las personas e iglesias con razones teológicas para no efectuar este tipo de "bodas" les serán violentados su libertad de culto, establecida así en el tratado universal de derechos humanos articulo 18, ni que decir de aquellos que hacemos uso de nuestra libertad de expresión para expresarnos en contra de mucho de estos supuestos "derechos" que las personas homosexuales buscan, es como sí el discurso de "igualdad y respeto" comunicado por activistas homosexuales se hubiera esfumado en ese países, o quizás el yoísmo les gano la partida...

Lo mejor es volver atrás y reexaminar a conciencia si estamos o no delante del espejismo de los "Derechos homosexuales". Por nuestro propio bien y el bien de las personas homosexuales.

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